Un deseo ardiente de ser y de hacer es el punto inicial desde el que el soñador debe lanzarse. Los sueños no están hechos de indiferencia, pereza, ni falta de ambición. Napoleón Hill

domingo, 18 de septiembre de 2011

Ser rico y no ser pobre es un gran arte. Ser rico siendo pobre es el otro aspecto del arte....

Cuando el hombre alcanza sus preciosos objetivos, entonces se da cuenta que hay muchas cosas alrededor de ellos. Por ejemplo, tal vez te hayas esforzado toda la vida en ganar dinero creyendo que el día que lo consigas podrás vivir relajadamente.

Pero has estado tenso durante toda tu vida, la tensión se ha convertido en tu disciplina, y al final de tu vida, cuando has conseguido todo el dinero que querías, no puedes relajarte. En consecuencia no eres un ganador, eres un perdedor. Pierdes tu apetito, destruyes tu salud, destruyes tu sensibilidad, destruyes tu sentido de la estética porque no tienes tiempo para todas esas cosas que no producen dinero.

Estás corriendo detrás del dinero: ¿quién tiene tiempo para contemplar las rosas?, ¿quién tiene tiempo para contemplar el vuelo de los pájaros?, ¿quién tiene tiempo para contemplar la belleza de los seres humanos? Todas esas cosas las estás posponiendo para cuando tengas todo, entonces te relajarás y disfrutarás... Pero de aquí al día que tengas todo te habrás vuelto un cierto tipo de persona: alguien ciego a las rosas, alguien ciego a la belleza, alguien que no puede disfrutar de la música, alguien que no puede entender la danza, alguien que no puede entender la poesía, alguien que solamente puede entender el dinero. Pero ese dinero no da la satisfacción.

Lo principal en la vida es encontrarle el sentido al momento presente.

El aroma básico de tu ser debería ser de amor, de alegría, de celebración. Entonces puedes hacer cualquier cosa; el dinero no lo destruirá. Pero dejas todo de lado corriendo detrás del dinero, creyendo que el dinero puede comprado todo. Y entonces un día descubres que no puedes comprar nada y que has consagrado toda tu vida al dinero...

En occidente la gente que está deprimida va al psicoanalista, al terapeuta y a toda clase de charlatanes que están más deprimidos que sus pacientes. Es natural, ya que están todo el día oyendo hablar de depresiones, desesperaciones y carencias de sentido... Viendo a tanta gente con talento en un estado tan lamentable, ellos mismos empiezan a perder el ánimo. No pueden ayudar; ellos mismos necesitan ayuda....

Yo no enseño renuncia a la riqueza o a ninguna otra cosa. Deja las cosas tal como están. Solamente añade a tu vida una cosa más. Hasta ahora has estado añadiendo a tu vida nada más que cosas. Añade ahora algo a tu ser, y eso hará que suene la música, eso hará el milagro, eso creará la magia, eso creará un nueva sensación, una nueva juventud, una nueva frescura.

No es irremediable. El problema es grande, pero la solución es muy simple".

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